Ø Mito 1: Fumar sólo
afecta al consumidor.
Falso. Está comprobado por medio de estudios que las personas que se encuentran
cercanas al fumador también reciben humo, el cual es también dañino y es un poderoso cancerígeno.
Ø Mito 2: Fumar relaja.
Falso. El tabaco contiene nicotina, una sustancia que estimula la tensión y la
ansiedad. La sensasión de relajación que se siente al fumar proviene de las
circunstancias por las que se fuma.
Ø Mito 3: Los cigarros
“light” son menos dañinos.
Falso. No importa que sean más bajos en
nicotina y alquitrán, porque el daño que producen es el mismo que los cigarros
que no son lights.
Ø Mito 4: Fumar cinco
cigarros al día no se considera fumar.
Falso. Al ser acumulativo el daño de los cigarros y sus elementos, aun fumando
poco, pero constantemente, el organismo va recibiendo los efectos perjudiciales
de la adicción.
Ø Mito 5: Hay a quienes el
cigarro no daña.
Falso. Aun cuando el daño varía de acuerdo a cada individuo, la realidad es que
el tabaquismo afecta el organismo tanto del fumador como de quienes lo rodean,
indiscriminadamente.
Ø Mito 6: Financiar el
tratamiento de deshabituación en los fumadores que quieren abandonar el tabaco
es caro
Falso: Frente a los 120 euros que cuesta el tratamiento farmacológico de
deshabituación tabáquica durante 2 meses nos encontramos con los 12000 euros
del tratamiento de un cáncer de pulmón.
Ø Mito 7: El tabaco no
produce cáncer porque un abuelo mío fumó toda la vida y murió con 99 años y con
los pulmones más limpios que una patena
Falso: La excepción es el caso que confirma la regla. El cáncer es
el resultado de la interacción de factores genéticos con factores ambientales.
Individuos con genes menos vulnerables pueden ser más resistentes al efecto de
los carcinógenos. En el caso del tabaco una gran mayoría son mucho más
sensibles a padecer cáncer.
Ø Mito 8: Dejar el
tabaco es una cuestión de voluntad
Falso: La capacidad del tabaco, y en
particular, la nicotina tiene que ver con los genes de la persona y su
funcionamiento cerebral, cuestiones totalmente independientes de cuestiones “morales”.
Ø Mito 9: Es mejor
dejar de fumar poco a poco
Falso: Nuestro conocimiento sobre el sistema de recompensa
biológico, demuestra que en las personas
con dependencia de nicotina la interrupción total arroja mejores resultados que
los intentos de disminuir poco a poco el consumo.
Ø Mito 10: Dejar de
fumar engorda
Falso: No fumar hace que la nicotina no reduzca el apetito como venía
haciendo y se puede producir una ganancia de peso, especialmente en el primer
año, que puede manejarse tanto farmacológicamente como con estrategias
conductuales. Posteriormente el apetito y el peso tienden a estabilizarse.
Ø Mito 11: Cuando se
está deprimido y se busca tratamiento, es el peor momento para dejar el tabaco
Falso: El inicio de un tratamiento antidepresivo puede ser un momento
excelente para “matar dos pájaros de un tiro” y utilizar fármacos
antidepresivos que de forma coincidente son útiles para la deshabituación
tabáquica.
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