sábado, 6 de abril de 2013

Ante una recaída...


Si usted ha vuelto a fumar, lo primero de todo es decirle que ¡NO SE DESANIME¡ ¡USTED NO HA FRACASADO! Una recaída simplemente es una etapa más en el proceso de abandonar el tabaco.

Muchas personas que han intentado dejar de fumar han recaído y esto no solo se produce tras los primeros días provocado por el síndrome de abstinencia, si no también se puede producir tras meses e incluso años. Es importante que entienda que el tabaco en una enfermedad crónica, con la que hay que seguir luchando incluso tras años de empezar el abandono del tabaco, y también es importante que no sienta que ha fracasado por haber vuelto a fumar. La recaída es una etapa más en el proceso, la cual servirá para conocer las causas que llevaron a ella y así poder mejorar en el siguiente intento. Hay que seguir adelante y continuar luchando por dejar el tabaco, que se recaiga no significa que no pueda conseguirlo, ¡USTED PUEDE CONSEGUIRLO!

Lo primero de todo es entender las circunstancias que llevaron a la caída (dónde fue, con quién estaba, qué pensamientos y sentimientos le acompañaron), aprenderá de ello para los siguientes intentos. Se trata de “aprender a dejar de fumar”.

A continuación, escriba los motivos que usted piensa que le llevaron a la caída, le ayudará a comprenderlos y controlar situaciones futuras:




  

 







































Si reconoce el problema le ayudará a solucionarlo: ¿Cómo se ha sentido fumando una calada? ¿Ocurrió lo que esperaba? ¿Se sintió mejor o peor? ¿Resolvió el problema? ¿Probó otras maneras de solucionarlo? Las recaídas dan experiencia sobre las circunstancias en las que volvió a fumar.

Tras esto, lo que le recomendamos es:
Ø  Piense en volver a intentar dejar de fumar lo antes posible
Ø  No se culpabilice. No ha fracasado. Las recaídas forman parte del proceso de abandono. Está en el buen camino.
Ø  No se desanime: Las variaciones de la son normales.
Ø  Siga practicando ejercicios de relajación y continué o retome los ejercicios de actividad física.
Ø   Pida ayuda a un profesional sanitario cuando lo considere necesario.

Fase de recaída


Característas

En este estadío se encuentran aquellas personas que vuelven a fumar, al menos  un cigarrillo al día.

Objetivos

Reinstaurar la abstinencia mediante la identificación de los motivos para la recaída y la revisión de las actuaciones indicadas en las fases anteriores.

Actuaciones

Ante una recaída lo primero a realizar es  abordar el sentimiento de fracaso, desculpabilizando al fumador por la vuelta al hábito y reforzando la capacidad de afrontamiento. Es importante también expresar la disponibilidad del profesional.

Además, es importante la identificación de la situación por la que ha vuelto a fumar y el momento de la recaída, es decir, la fase de cambio en la que se encontraba.

En función de cuándo haya ocurrido la recaída se deberán tomar diferentes medidas. Si ha tenido lugar durante el primer mes después de empezar a dejarlo, como consecuencia del síndrome de abstinencia, habrá que reforzar fundamentalmente el tratamiento farmacológico. Sin embargo, si ha ocurrido entre el tercer y sexto mes, debido a factores psicosociales (confianza excesiva, entorno negativo, etc.), habrá que reforzar la intervención conductual.

Se debe tener en cuenta la necesidad del aumento el número de visitas de seguimiento o la inclusión en un programa de deshabituación grupal.

A continuación se adjunta una ficha en la que se explica al paciente que la recaída es una parte más del proceso de abandonar el tabaco y dónde se dan unas pautas sobre qué hacer ante la recaída.

Fase de mantenimiento


Características

En este estadio se encuentran aquellos fumadores que se ha mantenido, al menos, 6 meses sin fumar; aunque se considera “exfumador” al que lleva más de un año sin fumar.

Objetivo

Reforzar el cambio de hábitos, el conocimiento sobre las situaciones de riesgo y las conductas alternativas, facilitando el mantenimiento de los comportamientos adquiridos.

Actuación

Esta fase no tiene una duración determinada. Aunque después de ella habría otro estadio de finalización con ausencia total de tentaciones, no se conocen datos que revelen que después de un tiempo los adictos dejen de verse tentados, (de hecho se encuentran recaídas después de muchos años sin fumar), por lo tanto, se considera la fase de mantenimiento como una fase abierta, ilimitada en el tiempo. La identificación de situaciones de riesgo y la prevención de recaídas son las tareas que van a ayudar al adicto a mantenerse en esta fase.

Se deben realizar consulta de seguimiento, al menos, cada dos años, en las que se llevaran a cabo las siguientes medidas:
-Confirmación de la abstinencia y, por tanto, de la remisión de la dependencia;   dando nuestra enhorabuena y felicitación.
-Refuerzo de los beneficios y las motivaciones para seguir sin fumar.
-Revisión de las técnicas conductuales y de los factores personales y del entorno, tanto de los que facilitan como de los que dificultan el mantenimiento de la abstinencia.
- Refuerzo de los hábitos saludables: alimentación, ejercicio físico, descanso…

Tras esto se felicitará el mantenimiento de la abstinencia y se animará a continuar por el mismo camino.

Tras el año sin fumar se pude dar al paciente un diploma simbólico como premio por el logro.

Reforzadores para mantenerse sin fumar


Consecuencias positivas naturales

Piense en las mejoras que está experimentando. Mejoras en su estado físico, en sus actividades, en su relación familiar, en su economía, en su estado de ánimo…






















Consecuencias positivas planificadas

Piense en cómo se va a premiar por sus avances



















Plan de autocontrol


Escriba su propia lista de actividades que va a realizar en alternativa a fumar:
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Colóquela en algún lugar a la vista, como en la nevera, para que le recuerde que tiene más opciones que fumar, le ayudará a mantenerse en su propósito de abandonar el tabaco. Para esto también le ayudara repasar la lista de motivos para dejar de fumar que ya hizo, pudiendo también ponerla a la vista.


Previniendo las recaídas


En el proceso de mantenerse sin fumar puede pasar por distintos estados de ánimo: desde la euforia por mantenerse sin fumar y las mejoras que va experimentando, hasta la sensación de que ha perdido algo de su vida. Algunas de estas situaciones van a suponer un riesgo de recaída, por lo que si se logran identificar antes de que sucedan y se buscan alternativas no le cogerán por sorpresa y estará mejor preparado para reaccionar ante ellas.

Muchos fumadores que han intentado dejar el tabaco han sufrido una recaída. Esta es más frecuente en los primeros días debido al síndrome de abstinencia a la nicotina. Sin embargo, no todas se producen en los primeros días, muchas se pueden producir meses o incluso años después de empezar la deshabituación tabáquica y son por motivos totalmente distintos. En estos casos, la causa de la recaída se debe al aprendizaje, ya que desde que comenzamos a fumar, nuestro cerebro asocia el cigarrillo a ciertos actos como, por ejemplo, acabar de comer. Estas situaciones nos pueden servir de estímulo. Además, si se acompaña de situaciones en las que nos es fácil el acceso a un cigarro (como, por ejemplo, encontrarnos con personas que están fumando), o nos encontramos con la “guardia bajada”, nos será más difícil resistir la tentación de fumar.

Debido a esto, debemos ser conscientes de las situaciones de riesgo, que un solo cigarrillo nos puede provocar una recaída y no bajar la guardia en ningún momento.

A continuación le dejamos algunos consejos para prevenir recaídas:
Ø  Piense en la situaciones de riesgo, en cómo reaccionaría, e imagínese a sí mismo poniendo en práctica las alternativas previstas.
Ø  Valore con orgullo el estar superando una adicción, presuma de ello. Felicítese.
Ø  Recuerde sus motivos para dejar de fumar y repase los beneficios obtenidos
Ø  Recuerde que no debe fumar ni una calada. Llegado el caso no se desanime, no ha fracasado, siga adelante: Usted no quiere volver a fumar.
Ø  Si le aparecen unas ganas intensas de fumar espere unos minutos, cambie de situación, tome un sustituto del tabaco, haga algún ejercicio de relajación…
Ø  No haga caso de las fantasías de control: “Por un cigarrillo no pasa nada”, “Sólo unas caladas”, “Sólo en algunos momentos especiales”, “Yo controlo”.

Algunas señales de alerta ante una recaída:
Ø  Pensamientos repetitivos con respecto al consumo de tabaco, como sueños en los que fuma o desea volver a fumar.
Ø  Una actitud de desafío con respecto al programa de deshabituación.
Ø  Descuido en el plan de tratamiento, dejando de realizar las tareas pautadas, no acudir a las consultas programadas…
Ø  Sentimientos de frustración y/o impaciencia porque el deseo y la necesidad de fumar no desaparece tan rápidamente como quisiera.
Ø  Irritabilidad y enfado sin causa aparente.
Ø  Obsesión con las consecuencias derivadas del tratamiento, como la ganancia de peso.
Ø  Insomnio, intranquilidad y dificultad para descansar.

¡ÁNIMO, PUEDE CONSEGUIRLO! Y si vuelve a fumar… ¡NO TIRE LA TOALLA!

Alimentación saludable


Al dejar de fumar puede que se coja peso con más facilidad que antes, sin embargo, es una reacción pasajera que no tiene por qué continuar en el tiempo.  A pesar de que se pueda ganar un poco de peso, los beneficios de dejar de fumar siguen siendo muchos.

Aquí le dejamos unas recomendaciones para que la ganancia de peso al abandonar el tabaco sea menor:

   ØRealizar una dieta equilibrada: es necesario una dieta variada que contenga todos los grupos de alimentos. Además, la comida tendrá mejor sabor, aproveche esta oportunidad para cambiar y mejorar su dieta.
   ØDisminuir la ingesta de calorías en 200-300 al día: al dejar el tabaco, su metabolismo se ralentiza así que disminuya la ingesta. No debe saltarse comidas, haga varias comidas al día (5 ó 6) de poca cantidad.
   ØAumentar el nivel de actividad física: Ayuda a reducir peso y ansiedad.

Además de estas recomendaciones básicas también se debe tener en cuenta los siguientes consejos:

 
 ØDebe aumentarse el consumo de alimentos ricos en hidratos de carbono y fibra, tomándolos en todas las comidas (fruta, verdura, pan integral, cereales, pasta, arroz…)
 ØModerar el consumo de alimentos de origen animal, sobre todo las carnes grasas y los embutidos.
Consumir las grasas fundamentalmente de origen vegetal. El aceite de oliva es muy bueno para la salud, mientras que las mantequillas y margarinas se deben evitar.
 ØLos dulces, helados, refrescos azucarados, etc., sólo se deben consumir de forma ocasional, aunque al principio de la abstinencia del tabaco es recomendable suprimirlos totalmente.

   ØCuando tenga ganas de picotear entre comidas, recurra a frutas, verduras, caramelos o chicles sin azúcar.
   ØSe debe disminuir el consumo de alcohol, ya que además de proporcionar calorías, aumenta el deseo de fumar.
   ØBeba mucha agua y zumos de fruta, en torno a unos 2’5L diarios, especialmente antes de las comidas (unos dos vasos), ya que esto provocará sensación de saciedad.
   ØNo es conveniente ponerse a hacer régimen estricto en estos momentos, ya que hay que concentrarse en dejar de fumar. A partir del tercer mes se puede comenzar con una dieta si usted lo desea.

Afrontando la abstinencia




El día del abandono


Ha llegado el día fijado para abandonar totalmente el tabaco. Para ayudarle a sobrellevarlo aquí le dejamos consejos.

LA NOCHE ANTERIOR:

   Ø  Cree un ambiente limpio y seco. Elimine los estímulos que provoquen el deseo de fumar: tire cigarrillos y mecheros, esconda los ceniceros y las cerillas, etc.
      Ø  Repase su lista de motivos
    Ø  Organice las actividades del día procurando estar lo más ocupado posible: haga ejercicio, manualidades, practique alguna afición, etc. Rompa también con la rutina habitual, por ejemplo, desayune en un lugar diferente.
      Ø  Avise a los que le rodean de que lo vas a dejar y que ya llego el día.

EL MISMO DÍA:

   Ø  No piense en que va a dejar de fumar para siempre, piense “hoy no voy a fumar”.
       Ø   Repase la lista de motivaciones para dejar de fumar.
  Ø  Ponga en práctica las técnicas de relajación. El deseo no es eterno, pasa.
       Ø  Tenga previstas alternativas al deseo de fumar.
   Ø Beba muchos líquidos, en especial agua. Evite el consumo excesivo de excitantes como el café, el té y la coca-cola.
       Ø  Utilice adecuadamente la medicación para dejar de fumar.
       Ø  No discuta con los fumadores que intenten desanimarle.
     Ø  Repítase con frecuencia “lo estoy consiguiendo” “ya ha pasado otro día sin fumar”. 
   Ø Si el deseo persiste piense por qué quiere fumarse ese cigarrillo. Se dará cuenta que el fumarse ese cigarro no va a solucionar nada.

Fase de acción

Características

Estadio en la que el sujeto realiza los cambios más visibles para modificar su comportamiento, sus experiencias o su entorno con el fin de superar sus problemas.
Se considera que los individuos que están en este estadio llevan hasta 6 meses sin manifestar su conducta adictiva.

Objetivo

Ayudar al fumador para que continúe con el abandono del tabaco, preparándole para afrontar las dificultades que aparezcan.

Actuación

Durante esta etapa se deberá ofrecer apoyo en todo momento al paciente, proporcionándole las herramientas necesarias para afrontar el síndrome de abstinencia y que continúe con el abandono del tabaco.

Una vez llegado el día fijado para dejar definitivamente el tabaco, se dará dar al paciente unas instrucciones para realizar tanto el día de antes como ese mismo día, que le ayudarán a afrontar el primer día sin tabaco. Entre estas instrucciones se encuentran algunas como retirar todos los ceniceros de la casa, repasar la lista de motivos para dejar de fumar o avisar a las personas que le rodean; aunque la lista completa se encuentra más adelante.

Un aspecto muy importante para esta fase es el conocido síndrome de abstinencia y las estrategias para superarlo. Para ello se presenta una ficha más adelante en la que se detallan los síntomas de la abstinencia con las estrategias para superar cada uno de ellos. Además, también se presenta una hoja a rellenar por el propio paciente, para que cumplimente sus propias medidas de autocontrol ante las ganas de fumar; y otra en la que podrá detallar las mejoras que va experimentando. Todo esto ayudará a que el fumador se mantenga en su propósito de no fumar.

Además, al dejar de fumar es posible que se coja algo de peso. Por ello, se da al paciente una hoja donde se recogen algunas medidas dietéticas para paliar este problema, si bien es verdad que no se recomienda al paciente que se ponga en una dieta estricta hasta pasados unos meses.

Durante el proceso de dejar de fumar pueden surgir varias situaciones que supondrán un riesgo de recaída. Por ello es importante enseñar al paciente a identificar estas situaciones de riesgo y medidas alternativas para no caer en ellas. Todo esto se detalla más adelante.

Durante esta fase se deberán hacer varias consultas de seguimiento para valorar el proceso de deshabituación. En estas consultas se deberá:
              - Confirmar la abstinencia, felicitando al paciente; y valorar los síntomas de la abstinencia.
                 - Reforzar los motivos y los beneficios de no fumar.
           - Revisión de las técnicas conductuales y/o farmacológicas, así como de las medidas de hábitos saludables.

Tratamiento farmacológico: vareniclina


Vareniclina es un nuevo tratamiento utilizado en programas de deshabituación tabáquica. Es un medicamento específico para dejar de fumar que reduce las ganas de fumar y los síntomas de abstinencia que se asocian con el consumo de tabaco. Por lo tanto la vareniclina, no es nicotina, es un medicamento para ayudar a los fumadores a dejar de serlo. Solo debe usarse bajo prescripción médica. Siga estrictamente las instrucciones de su médico.

Ventaja: ayuda a dejar de fumar y evita las recaídas. Esto se debe a que mantiene los niveles moderados de dopamina, reduciendo así  los síntomas de abstinencia, y bloquea los receptores de nicotina, lo que reduce las ganas de fumar.

Instrucciones de uso:
   Ø  El tratamiento completo dura 12 semanas y debe iniciarse antes de dejar de fumar. Durante los días 1, 2 y 3 deberá tomar un comprimido de 0,5 mg seguido de dos comprimidos de 0,5 mg los días 4,5, 6 y 7. A partir del octavo día se incrementará la dosis a 1 comprimido de 1 mg dos veces al día.
   Ø  Es preferible tomar el primer comprimido del día al levantarse por la mañana y el segundo al menos ocho horas después de haber tomado el primero. Tenga en cuenta que es recomendable que el segundo comprimido del día lo tome de 5 a 6 horas antes de acostarse.
   Ø  Informe a su médico sobre todos los medicamentos que toma habitualmente y si padece de alguna enfermedad renal grave.
 Ø Es posible que al tomar esta medicación note nauseas, insomnio, estreñimiento o vómitos. No se preocupe e informe a su médico para que ponga remedio a la molestia.

Tratamiento farmacológico: bupropión


El hidrocloruro de bupropión es un medicamento que ayuda a dejar de fumar,  reduciendo las ganas y los síntomas que se asocian con el consumo de tabaco. Actúa sobre las neuronas cerebrales, equilibrando los efectos de la falta de nicotina. Por lo tanto, no es nicotina, es un medicamento para ayudar a los fumadores a dejar de serlo. Se expende en forma de comprimidos orales de liberación sostenida, necesita prescripción facultativa y debe seguir estrictamente las recomendaciones de su médico.

Ventaja: Produce efectos similares a los que ocasiona la nicotina, aunque sin crear dependencia, por lo que es muy eficaz a la hora de paliar los síntomas del síndrome de abstinencia.

Instrucciones de uso:
   Ø  Comenzará tomando un comprimido de 150 mg de bupropión al día al levantarse por las mañana.
A partir del séptimo día se incrementará a dos comprimidos diarios. El primero al levantarse y el segundo al menos ocho horas después de haber tomado el primero. Tenga en cuenta que es recomendable que el segundo lo tome de 5 a 6 horas antes de acostarse, por lo que una vez que hayan pasado las 8 horas,  se lo tomará lo antes posible.
   Ø  El octavo día de tratamiento debe dejar de fumar completamente.
   Ø  La duración del tratamiento es de dos meses aproximadamente.
   Ø  Es posible que al tomar esta medicación note insomnio y sequedad de boca. No se preocupe e informe a su médico para que ponga remedio a las molestias.
   ØSi aparecen síntomas como picor, eritema o ronchas, abandona el tratamiento y consulta con tu médico.
  ØInforme a su médico sobre todos los tipos de medicamentos y productos de herbolario que toma habitualmente. Así como si en alguna ocasión ha sufrido epilepsia o convulsiones o un fuerte golpe en la cabeza.

Terapia sustitutiva con nicotina (TSN)


La TSN (terapia sustitutiva con nicotina) consiste en la administración de nicotina a un fumador que quiere dejar de serlo, por una vía distinta del cigarrillo, en una cantidad suficiente para evitar los efectos desagradables del síndrome de abstinencia, pero en cantidad insuficiente como para crearle dependencia.

La forma más habitual para administrar nicotina es mediante los chicles, los parches, o los comprimidos de nicotina.

CHICLES DE NICOTINA

El chicle de nicotina es una pieza de goma de mascar que contiene 2 o 4 mg de nicotina, que al masticarse libera la nicotina que se absorbe por la mucosa orofaríngea.

Ventaja: posibilidad de utilizarlo individualmente en respuesta a la aparición de síndrome de abstinencia. También puede ayudar a reducir el aumento de peso durante la deshabituación tabáquica.
Inconveniente: con frecuencia se utiliza de forma inadecuada, dando lugar a la aparición de efectos adversos, si se abusa de ellos; perdiendo eficacia si se infrautilizan.

Instrucciones de uso:
  Ø  El chicle debe masticarse lentamente hasta que se note un fuerte sabor, momento en el cual debe dejar de masticarse, colocar el chicle entre la mejilla y las encías y evitar la deglución de saliva. Conforme tiene lugar la absorción de la nicotina va disminuyendo el fuerte sabor hasta su desaparición, momento en el que puede nuevamente masticarse el chicle. Se repite este ciclo hasta que la goma de mascar desprenda toda su nicotina o desaparezca el deseo de fumar.
Si el chicle se mastica continuamente, la nicotina se libera rápidamente y no puede absorberse por la mucosa orofaríngea, deglutiéndola y perdiendo así su eficacia.
  Ø  El mal sabor del chicle se puede combatir con el uso de otros chicles de cualquier sabor, siempre que no sean de clorofila, pues interfieren con la absorción de la nicotina. Por este motivo tampoco se debe mezclar con refrescos, zumos, café u otras bebidas ácidas.
  Ø  Lo ideal sería iniciar su uso unos días antes de dejar de fumar, para habituarse a su técnica de empleo.

Recuerde que son medicamentos, no son golosinas, así que no los utilice en exceso. Tampoco debe disminuir su cantidad. Siga la pauta recomendada.

PARCHES DE NICOTINA

Consiste en la administración transdérmica (pegan a la piel y liberan nicotina) de nicotina, de forma lenta, progresiva y controlada.
Existen dos tipos de parches de nicotina: unos que la liberan durante 16 horas al día, y otros que lo hacen durante las 24 horas del día.

Ventaja: buena adherencia al tratamiento, dados los escasos efectos adversos que  aparecen.

Instrucciones de uso:
  Ø  El parche debe ser colocado en una zona limpia de la piel, sin vello, en las extremidades superiores o en el tronco.
  Ø  Será colocado todos los días en el momento de levantarse y se retirará ese mismo día al acostarse, si el parche fuere de 16 horas, o al día siguiente al levantarse, si fuere de 24 horas de liberación. Para evitar, por el efecto irritativo sobre la piel, conviene rotar la localización del parche y airearlos antes de su colocación.
  Ø  No es necesario quitarse el parche para ducharse, bañarse, dormir, o cualquier otra actividad.
  Ø  No debe fumar ningún cigarrillo durante el tratamiento.
  Ø  Se debe respetar el tiempo establecido de tratamiento, no se debe acortar y tampoco se debe usar en mayor cantidad de la recomendada.

COMPRIMIDOS DE NICOTINA

En este caso, la nicotina se administra a través de pastillas que al ser chupadas la liberan progresivamente. Cada comprimido contiene un total de 1 o 2 mg de nicotina, equivalente a los 2 o 4 mg del chicle.

La forma de administración es en todo similar al chicle. La duración aproximada de cada comprimido es de unos 30 minutos.

Recuerde que, al igual que los chicles, no son golosinas y no debe utilizarse en cantidad excesiva.


La terapia sustitutiva con nicotina le ayudará a dejar de fumar ya que disminuirá el síndrome de abstinencia, pero es muy importante que se ajuste a su consumo, sin elevarlo ni disminuirlo.